En 1880 el gobierno federal otorgó una concesión a la compañía del Ferrocarril Central Mexicano (FCCM) para construir una línea férrea que iría desde la ciudad de México a la de El Paso del Norte en Chihuahua. Un proyecto que para beneplácito de la élite chihuahuense atravesaría gran parte del estado.

Luis Terrazas era entonces gobernador de Chihuahua y dada la desconfianza que hubo entre los inversionistas locales por la magnitud del proyecto, otorgó la concesión al norteamericano John R. Robinson, representante del FCCM y socios, para que se encargaran del tendido de vía. Los trabajos de construcción del tramo que iba de Chihuahua a El Paso del Norte iniciaron en octubre de 1881 y concluyeron aproximadamente 12 meses después con una gran ceremonia de inauguración, gracias al trabajo e ingenio de cientos de mexicanos y extranjeros que hicieron posible la llegada del progreso al norte del país.

Finalizada la celebración por tan importante acontecimiento se retomaron los trabajos del tendido de rieles para conectar al resto del estado con la capital.