Indudablemente el desarrollo que vivió el estado de Chihuahua a finales del siglo XIX no hubiera sido el mismo sin las líneas ferroviarias que se construyeron por todo el territorio para transportar mercancías y minerales, hecho directamente ligado al desarrollo ferroviario de los estadounidenses, quienes tenían un particular interés por expandir sus rutas, así como a los intereses extranjeros por las materias primas originarias del estado.

La primera concesión que otorgó el Gobierno del Estado de Chihuahua para la construcción de una vía férrea fue en 1850 al francés Hippolyte Du Pasquier de Dommartin, quien vislumbraba colonizar algunas zonas serranas del territorio chihuahuense. De 1854 a 1874 se otorgaron concesiones a Alejandro José de Atocha, John B. Moore; Francisco Potts y Francisco Macmanus; Compañía Mexicana y Americana del Ferrocarril Interoceánico, S.A; Julius A. Skilton; y a David Boy Le Blair. Sin embargo, todas estas concesiones no fueron ejecutadas por sus inversores, quedando meramente como un sueño que se vería concretado años más tarde.