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Banco minero chihuahuense
La familia Terrazas fue propietaria del mayor banco del estado: El Banco Minero de Chihuahua, fundado en el año de 1882, además de poseer las sucursales de otros bancos nacionales en Chihuahua tal como el Banco Nacional de México (Wasserman, 2003, p.116). La monopolización de la banca en la región los convirtió en el gigante económico sin igual por el que fueron por años reconocidos. Dentro de su monopolio bancario, y su joya: el Banco Minero, incluyeron a sus socios más cercanos, tal fue el caso de Pedro Zuloaga, Inocente Ochoa y Mariano Samaniego, teniendo por mayor accionista a Enrique C. Creel (Wasserman, 2003, p.116), mismo que ejercía el cargo de gobernador del estado el en el momento del citado banco.
En una investigación del historiador Mark Wasserman (2003) titulada Capitalistas, Caciques y Revolución, se desarrolla el uso del banco como afianzador político de la familia Terrazas, dicha institución acaparó gran parte de la deuda estatal, préstamos a particulares y entre otras cosas financiar las obras públicas del gobierno (pp.121-123). Resultaba ser una herramienta sistemática que asentaba la fortaleza política y económica de la familia y dirigida de manera audaz por el señor Creel. En su libro, Wasserman (2003), reconoce el ingenio de Creel para dirigir la institución financiera tanto en los años prósperos como en los de severa crisis:
Durante la hábil administración de Creel, el Banco Minero incrementó su capital, que llegó a ser muy productivo. En veintiocho años se incrementó de $152, 000 a 23.2 millones de pesos. De 1883 a 1905 distribuyó 5,567, 270 pesos de utilidades entre sus accionistas. Las utilidades del banco siguieron siendo elevadas incluso en 1907 y 1908, en medio de una severa depresión (pp. 116-117).
Ubicado en el centro de la ciudad, a un lado de la plaza de armas y de la catedral de la capital, el Banco Minero compartía sus instalaciones con la residencia de Enrique Creel. El edificio se disponía, en su planta baja, para el desarrollo de las actividades bancarias, y en su parte superior, abrigaba la residencia personal del gobernador. Como anécdota, fue justo en ese edificio donde el presidente de la república, el general Porfirio Díaz, recibió hospedaje durante su visita al estado de Chihuahua en 1909 con intenciones de reunirse con el presidente norteamericano William Taft en la frontera. De ese momento existen algunas fotografías donde es posible ver al presidente Díaz saludando a los vecinos de la ciudad de Chihuahua desde el balcón principal de la residencia Creel, y debajo de él, por supuesto, la entrada principal del Banco Minero.
En la imagen se observa un billete del banco Minero de Chihuahua con denominación de un peso. Año de 1914 con la firma del presidente del banco, Luis Terrazas. En la parte izquierda del billete se advierte una alegoría del continente Americano coronada con un penacho y en la parte derecha a una mujer sentada sobre un costal de monedas sosteniendo una balanza con su mano. En este tipo de billetes es común encontrar la leyenda “pagará a la vista al portador la cantidad de…” debido a que el cliente podía cambiar el papel moneda en la sucursal por un peso de metal (moneda) compuesto por 90% de plata.
En las imágenes se observan 3 billetes de diferente denominación del banco Minero del año de 1914: 2, 5 y 10 pesos. El de 2 pesos muestra una escena en su parte central sobre el trabajo en las minas.
Este billete de 10 pesos en su parte derecha lo adorna una representación de la patria mexicana posando con un escudo que ilustra el águila y la serpiente. Los tres llevan la expresión de “pagará a la vista al portador la cantidad de…”
El billete de 20 pesos en color rojo lo adorna en su parte central el grabado de una máquina del ferrocarril.
El billete de 100 pesos, que en la época resultaban una pequeña fortuna, lleva un pequeño grabado de unas niñas teniendo un momento de lectura.
En la imagen se observan diez acciones de cien pesos del banco Minero de Chihuahua del año de 1901. Las mismas se encuentran firmadas por el presidente del banco, el general Luis Terrazas. Estas diez acciones eran parte de las 40 mil acciones que conformaban la totalidad de la sociedad y que conjunto daban la cantidad de 4 millones de pesos. Adornando el documento se encuentra en la parte superior izquierda el rostro de Luis Terrazas y en medio un grabado de la Quinta Zuloaga (hoy conocida como la mexicana) ubicada en las calles Ocampo y Victoria en el centro de la ciudad de Chihuahua.
Fuentes
Wasserman, Mark. (2003) Capitalistas, Caciques y Revolución. México: Centro Librero la Prensa.
Almada, Francisco. (1968). Diccionario de historia, geografía y biografía chihuahuense. México: UACh.
León García, Ricardo. (2010). En busca de la modernización de Chihuahua: Empresas bancarias durante el porfiriato. En Jesús Vargas Valdés (ed.) Chihuahua, Horizontes de su historia y cultura. México: Editorial Milenio: 2010.
Banco minero chihuahuense
Dr. Mario Alejandro Domínguez Cruz
Capítulo I
Banco minero chihuahuense
La familia Terrazas fue propietaria del mayor banco del estado: El Banco Minero de Chihuahua, fundado en el año de 1882, además de poseer las sucursales de otros bancos nacionales en Chihuahua tal como el Banco Nacional de México (Wasserman, 2003, p.116). La monopolización de la banca en la región los convirtió en el gigante económico sin igual por el que fueron por años reconocidos. Dentro de su monopolio bancario, y su joya: el Banco Minero, incluyeron a sus socios más cercanos, tal fue el caso de Pedro Zuloaga, Inocente Ochoa y Mariano Samaniego, teniendo por mayor accionista a Enrique C. Creel (Wasserman, 2003, p.116), mismo que ejercía el cargo de gobernador del estado el en el momento del citado banco.
En una investigación del historiador Mark Wasserman (2003) titulada Capitalistas, Caciques y Revolución, se desarrolla el uso del banco como afianzador político de la familia Terrazas, dicha institución acaparó gran parte de la deuda estatal, préstamos a particulares y entre otras cosas financiar las obras públicas del gobierno (pp.121-123). Resultaba ser una herramienta sistemática que asentaba la fortaleza política y económica de la familia y dirigida de manera audaz por el señor Creel. En su libro, Wasserman (2003), reconoce el ingenio de Creel para dirigir la institución financiera tanto en los años prósperos como en los de severa crisis:
Durante la hábil administración de Creel, el Banco Minero incrementó su capital, que llegó a ser muy productivo. En veintiocho años se incrementó de $152, 000 a 23.2 millones de pesos. De 1883 a 1905 distribuyó 5,567, 270 pesos de utilidades entre sus accionistas. Las utilidades del banco siguieron siendo elevadas incluso en 1907 y 1908, en medio de una severa depresión (pp. 116-117).
Ubicado en el centro de la ciudad, a un lado de la plaza de armas y de la catedral de la capital, el Banco Minero compartía sus instalaciones con la residencia de Enrique Creel. El edificio se disponía, en su planta baja, para el desarrollo de las actividades bancarias, y en su parte superior, abrigaba la residencia personal del gobernador. Como anécdota, fue justo en ese edificio donde el presidente de la república, el general Porfirio Díaz, recibió hospedaje durante su visita al estado de Chihuahua en 1909 con intenciones de reunirse con el presidente norteamericano William Taft en la frontera. De ese momento existen algunas fotografías donde es posible ver al presidente Díaz saludando a los vecinos de la ciudad de Chihuahua desde el balcón principal de la residencia Creel, y debajo de él, por supuesto, la entrada principal del Banco Minero.
En la imagen se observa un billete del banco Minero de Chihuahua con denominación de un peso. Año de 1914 con la firma del presidente del banco, Luis Terrazas. En la parte izquierda del billete se advierte una alegoría del continente Americano coronada con un penacho y en la parte derecha a una mujer sentada sobre un costal de monedas sosteniendo una balanza con su mano. En este tipo de billetes es común encontrar la leyenda “pagará a la vista al portador la cantidad de…” debido a que el cliente podía cambiar el papel moneda en la sucursal por un peso de metal (moneda) compuesto por 90% de plata.
En las imágenes se observan 3 billetes de diferente denominación del banco Minero del año de 1914: 2, 5 y 10 pesos. El de 2 pesos muestra una escena en su parte central sobre el trabajo en las minas.
Este billete de 10 pesos en su parte derecha lo adorna una representación de la patria mexicana posando con un escudo que ilustra el águila y la serpiente. Los tres llevan la expresión de “pagará a la vista al portador la cantidad de…”
El billete de 20 pesos en color rojo lo adorna en su parte central el grabado de una máquina del ferrocarril.
El billete de 100 pesos, que en la época resultaban una pequeña fortuna, lleva un pequeño grabado de unas niñas teniendo un momento de lectura.
En la imagen se observan diez acciones de cien pesos del banco Minero de Chihuahua del año de 1901. Las mismas se encuentran firmadas por el presidente del banco, el general Luis Terrazas. Estas diez acciones eran parte de las 40 mil acciones que conformaban la totalidad de la sociedad y que conjunto daban la cantidad de 4 millones de pesos. Adornando el documento se encuentra en la parte superior izquierda el rostro de Luis Terrazas y en medio un grabado de la Quinta Zuloaga (hoy conocida como la mexicana) ubicada en las calles Ocampo y Victoria en el centro de la ciudad de Chihuahua.
Fuentes
Wasserman, Mark. (2003) Capitalistas, Caciques y Revolución. México: Centro Librero la Prensa.
Almada, Francisco. (1968). Diccionario de historia, geografía y biografía chihuahuense. México: UACh.
León García, Ricardo. (2010). En busca de la modernización de Chihuahua: Empresas bancarias durante el porfiriato. En Jesús Vargas Valdés (ed.) Chihuahua, Horizontes de su historia y cultura. México: Editorial Milenio: 2010.
Banco minero chihuahuense
Dr. Mario Alejandro Domínguez Cruz
Capítulo I